El duendecillo de blanco te felicita por la elección y de un zarpazo mata al otro duende. Luego de unos minutos de explicaciones que no entiendes sobre cómo sobrevivir, te abre la puerta y te deja pasar a ti y al Dr. Watson. En cuanto cierra la puerta, se escucha una risa muy grotesca; de todos modos, así son los duendecillos.
Después de caminar por días sobre los tejidos cavernosos de Moria, te das cuenta de que todo era una mentira: pronto morirán de hambre o sed, y serán devorados por algún animal que cuida las fronteras de la cuidad de Itaca ……
FIN
Después de caminar por días sobre los tejidos cavernosos de Moria, te das cuenta de que todo era una mentira: pronto morirán de hambre o sed, y serán devorados por algún animal que cuida las fronteras de la cuidad de Itaca ……
FIN
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